El presidente Alan García señaló anoche que la mejor modificatoria de los decretos legislativos 1015 y 1073 es dejar en 66% el margen de decisión para la venta de las tierras comunales, mientras que para el alquiler sí se debería requerir sólo el 51% de los votos, es decir, la mitad más uno, de una asamblea.
“Muchas veces las normas aíslan e impiden la libre decisión. Esto ocurre cuando se exige 66% de los miembros históricos de una comunidad andina para adoptar una decisión”, dijo García y luego comentó que la propuesta del Ejecutivo fue reducir ese nivel a 51% porque su intención era “que las comunidades puedan asociarse con los capitales y la tecnología, a través del alquiler de tierras y así aumentar el valor de millones de hectáreas y de 12,000 lagunas para la acuicultura”, argumentó.
“Pero hubo mucho temor a una venta masiva de tierras en pésimas condiciones para los campesinos. Creo que eso sería muy difícil porque no hay una masa de capital desesperado por ir a esas difíciles zonas”, remarcó. El mandatario precisó que lo esencial de la propuesta fue pensado para los Andes, pero por error o confusión se "amazonizó" la idea, involucrando a nativos, cuyas comunidades no tienen los cuatro siglos de las de la sierra y que responden a otra realidad. “Creo que la discusión ha sido muy importante porque tarde o temprano se avanzará en esa dirección. No se puede dejar espacios herméticamente cerrados al avance tecnológico y al mercado. Eso mantiene el atraso y la miseria”, agregó el presidente de la República.
La Primera, 26/08/2008
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