Hasta altas horas de la noche de ayer duraron las celebraciones de los nativos y la población después de que el Congreso aprobara el dictamen que deroga los decretos legislativos 1015 y 1073, lesivos a los intereses de las comunidades nativas e indígenas y la fiesta recorrió la vasta Amazonía, donde los originarios habían estado preparándose para volver a las protestas en caso de que sus expectativas fuera defraudadas.
En Bagua, indígenas y pobladores se reunieron en la plaza Héroes del Cenepa de Bagua Chica desde las primeras horas de ayer a esperar los resultados.
Luego, tras enterarse de que el dictamen de la derogatoria fue aprobado por el pleno del Congreso, iniciaron las celebraciones. Se hicieron pequeñas marchas pacíficas por las calles adyacentes a la plaza Héroes del Cenepa y luego, cuando la plaza se colmó, se realizó un mitin de celebraciones. Los dirigentes que subieron a la tarima principal sostuvieron que la decisión del Congreso fue un triunfo de la lucha de los nativos e indígenas.
Luego, cien comuneros de la cuenca del río Comaina (frontera con Ecuador) escenificaron “el encuentro después del triunfo”. Siguieron los bailes y las arengas. Fue una celebración festiva de un pueblo que se levantó para que el gobierno respete sus derechos.
Wrays Pérez, representante de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), afirmó con modestia que el triunfo pequeño pero histórico es un paso en la lucha de los pueblos nativos de la Amazonía.
Saludó la decisión del Congreso de derogar las normas antinativas y añadió que aún quedan otros 10 puntos por resolver, por lo que permanecerán atentos al diálogo que se ha entablado con el gobierno.
Pérez remarcó que los pueblos nativos rechazan al presidente Alan García porque éste “lucha por los derechos de las grandes economías del mundo y no le importó vulnerar los derechos de autonomía de los pueblos indígenas, ni el artículo 26 de la declaración de las Naciones Unidas, ni el artículo 6 de la resolución 169 de la Organización Internacional del Trabajo”. Así culminó, con éxito, la lucha de los nativos; con esperanzas y anhelos.
La Primera, 23/08/2008
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